dictado por Salomé Lopes Coelho
comienza el 6 de julio
Este seminario propone trazar durante diez encuentros una genealogía del ritmo en el arte, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, destacando las teorías del ritmo de Gilles Deleuze y Félix Guattari, Giorgio Agamben y Henri Lefebvre. Además, nos enfocaremos también en el Rutmanálisis, metodología científica y experimental de análisis del ritmo en el arte. Abordaremos el cine como registro y recreación de la travesía ritual de mundos, siguiendo dos vías expositivas. Por un lado, partiremos del entendimiento del arte chamánico como recreación del cruce ritual de mundos, caracterizado por diferentes estados de trance, relacionando el arte con los rituales y lo sagrado. Por otro lado, partiremos de la comprensión del cine como dispositivo de visualidad que viene en la continuidad de métodos clínicos. Estas dos líneas se encuentran en la noción de cine-transe, de Jean Rouch.
Partiremos del entendimiento del ritmo como un flujo atemporal y sin un espacio determinado que se cristaliza en formas artísticas, ubicadas históricamente, y que sobreviven, atravesando los tiempos. La noción de pervivencia, desarrollada por Aby Warburg, sugiere que las imágenes tienen una vida posterior, y que ciertas fórmulas (pathosformeln) - un repertorio de formas que expresan movimientos y pasiones (pathos) - se repiten en el tiempo, regresando siempre de maneras diferentes. A partir del análisis fílmico de la obra cinematográfica de Chantal Akerman y de Raymonde Carasco, nos iremos detener en el éxtasis como el pathos que las imágenes transmiten a través del gesto fundamental de la travesía.
El seminario consiste en diez encuentros de dos horas cada uno iniciando el martes 6 de julio a las 18.00 (GTM-3) por la plataforma de Teams. Durante los encuentros se abordarán los temas a partir del visionado de películas y lecturas de textos previamente compartidos. El abordaje es teórico-práctico, siendo el grupo de participantes convocado a desarrollar ejercicios de rutmanálisis.
Para asistir al curso los interesados deberán seguir este enlace, seleccionar si es alumno o no-, completar los datos solicitados, seleccionar el curso de interés y realizar el pago.
La fecha límite para la inscripción es el 4 de julio. Para alumnos, docentes y graduados de la institución tendrá un costo de $6300. Para los participantes externos a la Universidad del Cine el costo total del curso es de $9000. Para completar la inscripción deberá abonar el arancel correspondiente para asegurar su vacante. Cupo máximo 12 participantes.
+ INFO
Salomé Lopes Coelho es doctora en Estudios Artísticos, por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, de la Universidad Nova de Lisboa, con la tesis El gesto de la travesía y el contacto con el ritmo vital. Pervivencias del ekstasis en el cine. Concluyó la maestría en Filosofía – Estética, en la misma universidad y en la Sorbona en París, con una investigación sobre el cine de Agnès Varda y la filosofía de Jacques Rancière. Es autora de diversas publicaciones en revistas nacionales e internacionales sobre cine y filosofía. Sus trabajos recientes incluyen el libro Estética y Política del Ritmo (2020), coeditado con Aníbal Zorrilla en la editora Rhuthmos (FR), y el capítulo “From the balcony to Caminto: an ongoing rhuthmanalysis”, en el libro Rhythmanalysis: Place, Mobility, Disruption and Performance, editado por Dawn Lyon en Emerald Books (UK).
Programa
I. Los estudios sobre el ritmo en el siglo XX
Una panorámica de los estudios sobre el ritmo, en el siglo XX, revela un intenso interés en el concepto de ritmo, siendo una especie de “cliché universitario”, en Europa. El ritmo asumió el estatuto de intérprete general de la modernidad europea, siendo una noción a partir de la cual se volvía posible comprender las transformaciones en curso y, simultáneamente, implementar otras deseadas, a saber, la gestión productiva del trabajo y el desarrollo de nuevas coreografías del cotidiano. Los cambios inherentes al nuevo proyecto social, económico y político se han vivido en gran parte en el ámbito artístico. El arte, los/as artistas y las investigaciones sobre el ritmo revelaron ser los intermediarios privilegiados entre el mundo moderno que se consideraba degradado y la nueva vida deseada.
II. Las teorías del ritmo de Deleuze y Guattari, Giorgio Agamben, y el ritmanálisis según Henri Lefebvre
De la miríada de estudios sobre el ritmo abordados en el punto anterior, destacaremos las teorizaciones de los filósofos Gilles Deleuze y Félix Guattari, y de Giorgio Agamben. Además, vamos a detenernos en el Ritmanálisis, metodología acuñada por el filósofo portugués Lúcio Pinheiro dos Santos y popularizada por el filósofo francés Henri Lefebvre. Se trata de una metodología de análisis artístico y cultural que considera al ritmo como una herramienta de escucha de las temporalidades y de las disrupciones rítmicas en las que se desarrollan las actividades humanas y no humanas. Al exceder el marco epistemológico de las disciplinas, el ritmo requiere el cruce interdisciplinario y convoca diferentes prácticas artísticas, no solo como una forma de restaurar los análisis del ritmo, sino también de llevarlos a cabo. El carácter holístico del ritmanálisis responde a esta necesidad. La metodología refuerza la experimentación como elemento integrante de una investigación. Además, el Ritmanálisis se centra en el análisis prismático de los procesos de creación y circulación artística, teniendo en cuenta sus implicaciones en la estructuración de la vida social, política y cultural, lo que confiere a la metodología un necesario carácter crítico.
III. El rutmanálisis
El ritmanálisis de Henri Lefebvre, abordada en el punto anterior, tiene la cualidad de un proyecto, de deseo y ambición que exige traducciones concretas, en el terreno. Compartiré ejercicios de ritmanálisis que desarrollé en Buenos Aires y el grupo de participantes será convocado a elaborar sus propios ejercicios. Los ejercicios que desenvolví, así como la confrontación reflexiva con teorizaciones enraizadas en América Latina, me llevaron al cuestionamiento del ritmanálisis de Lefebvre, y a adelantar pistas para su complejización, subsumidas en la designación Rutmanálisis. Se trata, en un primer gesto, de reemplazar el ritmo con su ancestro griego rhuthmós, desatando así el ritmo de su definición platónica dominante de "orden de movimiento en la danza y en la música", de repetición y diferencia, o de esquema. En lugar de un ritmanálisis propongo, por lo tanto, un rhuthmanálisis o, en su grafía más cercana al español, rutmanálisis.
IV. El cine como huella de la Travesía ritual de mundos
Abordaremos el cine como registro y recreación de la travesía ritual de mundos, siguiendo dos vías expositivas. Por un lado, partimos del entendimiento del arte chamánico como recreación del cruce ritual de mundos, caracterizado por diferentes estados de trance, relacionando el arte con los rituales y lo sagrado. Por otro lado, partimos de la comprensión del cine como dispositivo de visualidad que viene en la continuidad de los métodos clínicos. Estas dos líneas se encuentran en la noción de cine-transe, de Jean Rouch.
En la misma década en que Edward Muybridge desarrollaba sus investigaciones sobre el movimiento utilizando varias cámaras fotográficas, Gilles La Tourette usaba el “método de las huellas” para el estudio clínico y psicológico del caminar. Para Agamben, el cine aparece en la continuidad de este dispositivo de visualización creado por La Tourette, que buscaba fijar y rescatar los gestos perdidos y regular los movimientos descontrolados por la industrialización y aceleración capitalista. Por otra parte, las investigaciones de los arqueólogos Jean Clottes y David Lewis-Williams sobre las pinturas rupestres entienden las primeras pinturas, dibujos y signos rupestres en las cavernas como el resultado de ceremonias chamánicas ejecutadas bajo el efecto del trance. En estas ceremonias, el chamán entraría en contacto con un “otro mundo” y registraría este pasaje con pinturas en las paredes. Las manos registradas a la superficie de las paredes rocosas serían el registro de ese contacto con “otros mundos”, y, además, una forma de intentar nuevamente ese contacto. Las imágenes del cine serán pensadas en la articulación de estas dos propuestas de Agamben, y de Clottes y Lewis-Williams, a saber, como imágenes grabadas a la superficie de la roca y, simultáneamente, como un gesto que busca rescatar la travesía en sí misma.
V. El rutmanálisis en el cine y el Atlas Mnemosyne: pervivencias del éxtasis en el cine de Raymonde Carasco y Chantal Akerman
Partiremos, en este punto, del cine y de los diálogos establecidos entre los análisis del rhuthmós y el Atlas Mnemosyne, de Aby Warburg. Entendiendo el ritmo como el fluir que se cristaliza provisoriamente en una forma, consideramos que hay un ritmo que se materializa precariamente en formas artísticas. Este flujo es atemporal y sin un espacio determinado, y se cristaliza en formas artísticas, ubicadas históricamente, que sobreviven y atraviesan los tiempos. La noción de pervivencia, desarrollada por Warburg, sugiere que las imágenes tienen una vida posterior, y que ciertas fórmulas (pathosformeln) - un repertorio de formas que expresan movimientos y pasiones (pathos) - se repiten en el tiempo, regresando siempre de maneras diferentes. A partir del análisis fílmico de la obra cinematográfica de Chantal Akerman y de Raymonde Carasco, argumentaré que el ekstasis - el cruce ritual de mundos y el contacto con el ritmo vital - es el pathos que las imágenes transmiten a través de un gesto fundamental: el de la travesía. Este gesto fundamental implica una coreografía de otros gestos (a saber, el gesto de respirar y el gesto de agitar). El cine surge como la huella material de esa travesía. La figura literaria, cinematográfica y psicoanalítica de Gradiva será central en la argumentación, puesto que es entendida como la figura misma de la pervivencia, de lo que nos llega de lejos. Del análisis rítmico de la obra fílmica de Chantal Akerman, destacaremos el gesto cinematográfico como una forma de rescatar el ritual perdido. Es el propio gesto cinematográfico el que aparece, en Akerman, como posibilidad de acceder a los orígenes y rescatar el contacto con el ritmo vital. La diferencia que aporta la repetición del gesto de filmar es la posibilidad del retorno de las pervivencias.